Las historias de jóvenes, con sus desafíos, necesidades, conflictos y resiliencias, tuvieron mucha pantalla en el Festival Tucumán Cine, que concluyó con la entrega de premios en la noche del domingo en el teatro San Martín, luego de presentar el espectáculo “Ollas populares” (con la proyección de este cortometraje de 1968, de Gerardo Vallejo e intervención de bailarines, coros y músicos, con la dirección general de Martín Santillán.). Ese eje temático fue reconocido por los jurados, en las diferentes distinciones dadas en las cuatro categorías del certamen.
La fiesta en general y la ceremonia en particular se desarrolló en un clima de pesar y preocupación por el nuevo ajuste en el Incaa y el desfinanciamiento a la producción de cine nacional, confirmado ayer por el vocero presidencial Manuel Adorni.
“Por su capacidad de transmitir de manera honesta y conmovedora el dolor, la esperanza y la complejidad de las emociones humanas”, el jurado de la Competencia Latinoamericana de Largometrajes (dotado de $500.000), integrado por Nicolás Capola, Oriana Castro y Cristina Tamagnini, otorgó el primer premio a “El otro hijo” (Colombia), de Juan Sebastián Quebrada. Lo consideró “un retrato profundo y realista de la juventud, con interpretaciones sobresalientes y una dirección que sabe encontrar el equilibrio perfecto entre el drama y la esperanza; a lo largo de la película, el director nos obliga, sin ninguna artimaña, a ser cómplices del proceso de sanación de sus personajes”.
“Barcos y catedrales”, de Nicolás Aráoz, fue reconocido con una Mención Especial “por la sencillez de su historia para crear un universo propio, con una auténtica búsqueda estética que retrata la idiosincrasia tucumana dejando de manifiesto el entretejido social de la provincia y abordando con humor el duelo, los lazos familiares y la importancia de vivir el presente”. “Con una dirección precisa y una atmósfera melancólica, invita a la reflexión sobre el paso del tiempo. Una propuesta valiosa para el complicado panorama actual del cine nacional que merece reconocimiento tanto artístico como por el riesgo tomado para su producción”, se añadió en la fundamentación del dictamen.
Largos nacionales
En la Competencia Argentina de Largometrajes (con $400.000 de reconocimiento económico) resultó ganadora “La barbarie”, de Andrew Sala, “debido a la solidez del guión presentado y cómo se abordó la temática”. “La tensión generada que nos deja siempre a la expectativa de cómo se va resolviendo. -Se valoró- la construcción de los personajes y sobre todo del principal Nacho, que se ve interpelado por todo lo que está sucediendo. Destacamos su producción”, señalaron en su fallo Luz Mariel Salas, Federico Casoni y Belina Zavadiska.
Los jueces otorgaron una Mención Especial para “Alemania”, de María Zanetti, “por cómo la directora aborda el tema de las enfermedades psiquiátricas en el seno de una familia, y el rol de sus diferentes integrantes; destacamos las actuaciones, sobre todo de Dolores, y la resolución del final liberador para la protagonista”.
Distinciones en casa
En la categoría Cortometrajes Argentinos (con $250.000) Guillermo Del Pino, Lidia Coria y Mariel Vitori consagraron ganador a la tucumana “El último”, de Ezequiel Martínez Marinaro, “debido al tratamiento alternativo y crítico que se plantea sobre las masculinidades, la construcción de un universo distópico pero tangible, con actuaciones sobresalientes que nos interpelan a reflexionar sobre una temática muy vigente y lejos de cualquier tipo de solemnidad y moralismos”. “El mensaje juega metafóricamente con la selección de los mejores hombres en la historia de la antigüedad y la contrapone con los mandatos sociales de la actualidad”, se añadió en el dictamen.
El jurado dispuso además entregar tres menciones especiales. “La bolsita de agua caliente”, de Yuliana Brutti, es una realización cordobesa que se destacó “por la calidez y ternura con la que trabaja la pérdida y el duelo en un vínculo familiar, con un impecable tratamiento de animación que crea un mundo estéticamente acogedor y cotidiano a través de la técnica en stop motion”. “A nivel narrativo, instala un elemento simbólico que condensa el amor familiar con profunda sensibilidad y simpleza”, indicaron los jueces.
La rionegrina “Corresponder”, de Natalia Barber, obtuvo otra mención “por el valor testimonial y necesario de un excombatiente de la Guerra de Malvinas y el tratamiento cuidadoso de una historia que nos atraviesa como argentinos, proponiendo un camino de superación y resiliencia, basado en la introspección, el autoconocimiento y la contención familiar”.
“Ollas populares” para cerrar el Festival Tucumán Cine Gerardo VallejoY la restante quedó también en Tucumán: “Es un mundo diferente aquí”, de Lucas García Melo, fue reconocida por dar a conocer una realidad muchas veces invisibilizada, sin romantizar las condiciones de las personas en situación de encierro”. “El director logra generar un vínculo de confianza e intimidad con el protagonista, logrando reflejar su universo interno, libre de prejuicios”, se resaltó.
Videoclips
El ganador en la categoría Videoclips Tucumanos (con $200.000) fue “En un Renault”, de César Alfredo Liberatore y a partir de una canción de Ril Fella y Masta Clark “debido al equilibrio entre la estética de un género (rap urbano), sin perder el toque local; logra una identidad sin dejar de lado recursos de este género musical y tiene valor la búsqueda de la autenticidad y del arco narrativo del personaje; y se aferra a una estética, pero la vuelve doméstica”, según el criterio del tribunal conformado por Álvaro Simón Padrós, Emi Nadal y Julián González.
La Primera Mención Especial fue para “Distraído”, de Nicolás Nougués sobre un tema de Ebü “por su valor narrativo y porque se anima a jugar por una estética bastante compleja, lejos de la realidad, cerca de la comedia, y con buen manejo del montaje y la técnica”.
Y la Segunda Mención Especial, para “Si caigo me levanto”, de Máximo Duilio Rossaroli, que trabajó en una composición de Daniel Pereyra, distinguida “por el valor documental y el contexto social, ya que es una realización colectiva del centro Las Moritas, que trabaja con personas en recuperación de adicciones”.
Recortes: confirmación de Manuel Adorni sobre el Incaa
El portavoz presidencial Manuel Adorni confirmó ayer, en su conferencia de prensa diaria, el recorte al financiamiento de películas argentinas que impulsa el Incaa. “Con el decreto 662/24, el Gobierno nacional cambió los requisitos de acceso a los subsidios para dejar de financiar películas que sean fracasos comerciales. De acuerdo con los datos de la auditoría, que revelé en mis redes sociales (durante el fin de semana), el Incaa subsidió más de 100 películas que tuvieron menos de 1.000 espectadores cada una, que representaron más del 50% del total de los proyectos financiados el año pasado”, señaló y mencionó en ese grupo a “Camuflaje”, “Una sola primavera” (tuvo cinco espectadores según Adorni), “300 metros cuadrados y ocho ventanas”, “Actitud abeja”, “Cocanis, camino al carnaval”, “Viento del Este”, “Despierta mamá”, “La sangre en el ojo”, “Quémenlos”, Rock de la cárcel”, “Télam, impulso vital” y “Lejos de los hombres”, entre otras, que “en promedio nos costó cada una U$S50.000”, calculó. “Ahora las producciones deberán conseguir financiamiento propio para cubrir por lo menos la mitad de los fondos necesarios para su proyecto; además no podrán solicitar un subsidio en los años consecutivos”, anunció. Calculó que, con los ajustes dispuestos, se destinará el 60% de los recursos del Incaa a “la producción privada y a la calidad de ellas”, sin dar mayor precisión de a qué se refería con ese concepto.